viernes, 22 de mayo de 2015

Cambios



Todos deseamos cambiar, deseamos ser mejores, deseamos ser especiales, deseamos ser normales.
¿Pero cuanto de ese cambio es “normal” o aceptable? ¿Cuánto podemos cambiar? ¿Podemos dejar de ser físicamente hombres o mujeres? ¿Podemos dejar de ser gays o de ser heterosexuales? (¿Quién no ha pensado en ello después de una serie de relaciones desastrosas con alguien del otro sexo?)
¿Cuánto podemos cambiar? ¿Cuánto de nosotros no es esencial? ¿Cuánto no forma parte de esa esencia que nos convierte en la persona que somos? Ser gay o heterosexual o bisexual es lo que nos marca como persona? ¿Ser hombre o mujer? ¿Tener los ojos azules? ¿El pelo oscuro? ¿Quizás el color de la piel?
Vivimos en una época de cambio donde cosas inamovibles ya no lo son.
¿Y si existiera una pastilla que pudiera curar la homosexualidad? ¿o la heterosexualidad? ¿Y si tomando una pastilla pudiéramos ser más altos? ¿Tener la piel más clara o más oscura?
¿Y si pudiéramos ver el mundo de la misma forma en la que “la gente normal lo ve”?
¿Deberíamos tomar esa pastilla?
El cambio es necesario, dicen. Y en este época en la que tantos cambios “esenciales” o no tanto, pueden llegar a hacerse posibles. ¿Cuánto cambiaremos sin cambiar nuestra propia esencia?
O, ¿qué es lo que esencialmente nos define?

sábado, 9 de mayo de 2015